Huelva, guardiana de la Reserva de la Biosfera por la UNESCO.

2 / noviembre / 2022

Imagina las fronteras de la provincia de Huelva como custodias de un tesoro incalculable. Son tales sus riquezas que nunca han podido tasarse. Tres son sus localizaciones y como si de “La isla del Tesoro” se tratara, hoy vamos a viajar como piratas a desterrar las tres Reservas de la Biosfera de la Unesco de la provincia onubense. ¿Has cogido el garfio? ¿Has levado anclas? ¡Pues pongamos rumbo a Huelva mi valiente grumete!

Huelva es una provincia que va mucho más allá de ofrecer un turismo de montaña, campo y costa. Resulta que la biodiversidad que presenta la provincia onubense la ha convertido en uno de los tesoros naturales de Europa más importantes tanto por funciones investigadoras como por la preservación y conservación de especies protegidas.

Para hablar de las tres Reservas de la Biosfera de la Unesco ubicadas en la provincia onubense, primero tenemos que contarte que és una Reserva de la Biosfera y qué requisitos necesita un enclave natural para poder convertirse en una.

Ser Reserva de la Biosfera implica tener espacios protegidos conformando una sola unidad, cuya finalidad es la conservación de la biodiversidad, de su fauna y de su flor, ligadas a su vez al desarrollo cultural, patrimonial, social y económico del territorio y sus alerededores. Es una forma de apreciar la relación sostenible, eficaz y eficiente de las personas con y para la naturaleza. En España tenemos un total de cincuenta y tres de estos espacios declarados por la Unesco, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Esto la convierte en la actual líder mundial, por delante de países de gran tamaño como Rusia, China o Estados Unidos.

Estos espacios naturales aportan una representación con un valor único en zonas terrestres, costeras y marinas de todo el mundo. Además cumplen con un compromiso conectado completamente con los ODS, conocidos como los Objetivos del Desarrollo Sostenible y planteados para cuidar de nuestro planeta y sociedad en múltiples áreas. Sin embargo, ¿cuáles son las funciones necesarias para que una entorno natural sea declarado Reserva de la Biosfera? ¡Pues te lo contamos!

  1. Debe tener una clara apuesta por conservar la biodiversidad y el ecosistema o los ecosistemas que contiene el lugar.
  2. Debe llevar a cabo un desarrollo del entorno local donde incide, con distintos impactos como el económico, el social o el cultural.
  3. Y por último, debe ser un entorno con funciones dirigidas a la investigación, la formación, la divulgación y la comunicación de cualquier estudio y conocimiento vinculados con el territorio del mismo.

 

Esto conlleva a que las Reservas de la Biosfera deban contar con tres tipos de zonas donde poder desarrollar dichas funciones:

  • Una o varias zonas núcleo que permitan la conservación.
  • Una o varias zonas tampón, encargadas de delimitar una zona segura que proteja las zonas núcleos evitando el contacto de sustancias o procedimientos que peligren a estas.
  • Y por último se establece una zona de transición, buscada detenidamente para todas las actividades que busquen el desarrollo socioeconómico y cultural de la zona junto con las poblaciones locales.

Y si hemos comentado anteriormente que España lidera el ranking mundial con cincuenta y tres Reservas de la Biosfera, Andalucía es la segunda en el ranking por Comunidades Autónomas con un total de nueve espacios, justamente detrás de Castilla y León que cuenta con diez Reservas de la Biosfera.

Andalucía contó desde el principio con una referencia internacional de dicho reconocimiento, ya que la Unesco a principios de los años setenta delimitó ya la gran mayoría de espacios y ecosistemas que conforman muchas de estas nueve Reservas de la Biosfera, repartidas total o parcialmente por cada provincia del territorio andaluz.

Reservas de la Biosfera andaluzas son la Sierra de Grazalema, Doñana, la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas, la Sierra Nevada, la Sierra de las Nieves, Cabo de Gata-Níjar, las Dehesas de Sierra Morena, las Marismas del Odiel y la Intercontinental del Mediterráneo Andalucía-Marruecos.

Estos lugares representan que en Andalucía disponemos de un abanico muy variado y valioso de socioecosistemas que, además de contener valores naturales importantes, también ofrecen ricos valores culturales. En muchos casos, son ejemplos de gestión y de prácticas ambientales y de desarrollo sostenible.

En lo que respecta a Huelva y volviendo a nuestra incursión pirata, tres son los tesoros que vamos a descubrir: Marismas del Odiel, Doñana y las Dehesas de Sierra Morena. ¡Al abordaje!

Marismas del Odiel.

Declarada en abril de 1983, la Reserva de la Biosfera de Marismas del Odiel está ubicada en los municipios de Punta Umbría, Aljaraque, Gibraleón y Huelva. Es un humedal litoral con biotipos como la marisma baja, media, alta, la interior y las bandas arenosas, comprendiendo así una importante riqueza tanto en su fauna como en su flora.

Las Marismas del Odiel son una zona importantísima para la protección, observación y preservación de las aves, siendo muchas de ellas migratorias y donde pueden hacer nidos. Comprende un área enorme, concretamente de más de siete mil hectáreas, donde se encuentran dentro de la misma Reservas Naturales como la de las Marismas de El Burro y la Isla de Enmedio.

Es un espacio geomorfológico, educativo y biológico variado e importantísimo, ya que el mismo alberga más de doscientas especies, como águilas pescadoras, juncos o camaleones. Aunque una de las especies más esperadas es el flamenco, podemos observar una gran cantidad y variedad de especies en cualquier época del año.

 

Doñana.

Fue declarada Reserva de la Biosfera en noviembre de 1980. Comprende una superficie de 264.729,59 hectáreas terrestres y 4.492,05 hectáreas marinas ubicadas en las provincias andaluzas de Huelva, Sevilla y Cádiz. Los municipios en los que se ubican son: Almonte, Aznalcázar, Bollullos Par del Condado, Bonares, Hinojos, Isla Mayor, La Puebla del Río, Pilas, Rociana del Condado, Sanlúcar de Barrameda, Villamanrique de la Condesa, Lucena del Puerto, Moguer y Palos de la Frontera.

La biodiversidad ubicada en la multitud de ecosistemas del Parque Nacional de Doñana es única en Europa y en el mundo entero. En este conjunto de playa, dunas, cotos, marisma, etc, se encuentran un gran número de especies, muchas de ellas migratorias, donde desempeña un papel fundamental en la preservación de especies en peligro de extinción como son el águila imperial ibérica o el lince ibérico.

Doñana y su territorio fue variando de extensión y de dueños durante muchísimos años. Fue a comienzos de los años setenta cuando la conciencia conservacionista que influía a nivel internacional hizo que el Estado Español, en colaboración con el WWF (Fondo Mundial para la Conservación de la Naturaleza, adquiriera unas siete mil hectáreas con la finalidad de crear la Reserva Biológica de Doñana. Seis años más bastaron para ampliar y proteger por la ley este lugar, convirtiéndolo en Parque Nacional. Desde entonces, se han ido añadiendo ampliaciones a dicho territorio, el cual se ha convertido en un punto de investigación y protección de figuras importantes a nivel internacional.

 

Las Dehesas de Sierra Morena

Las Dehesas de Sierra Morena fueron declaradas Reserva de la Biosfera por la Unesco el 8 de noviembre de 2002. Con una superficie de 424.400 hectáreas, abarca los territorios andaluces de las provincias de Huelva, Sevilla y Córdoba.

Sierra Morena es el límite meridional de la Meseta central de la Península Ibérica. Esta es además el nexo natural de la depresión del Guadalquivir con el resto de la Península. Presenta un paisaje con un claro predominio de encinares. Así, las Dehesas de Sierra Morena se basan en un predominio de especies de bosque mediterráneo con ejemplares como alcornoques y encinas.  No obstante, también presenta algunos lugares con representación de bosques de tipo atlántico, con especies como castañares.

Un aspecto notable de este enclave es su importancia para la conservación de especies amaneazadas como el águila imperial ibérica, el águila real, el buitre negro, lobo, murciélagos, etc. Esto se debe a las condiciones idóneas para establecer el hábitat de este tipo de especies, desarrollándose así una amplia variedad de reptiles y aves ubicadas por todo el territorio de esta Reserva de la Biosfera.

Son las características de este medio, sus especies y la forma en que el hombre se ha ido relacionando con este territorio a lo largo de la historia las que han conformado la tradición y creación de la dehesa, una mezcla de saberes, creencias y técnicas que respetan el modo de explotación y de vida rural del territorio. Esto convierte a las Dehesas de Sierra Morena en uno, por no decir el que más, de los exponentes más importantes de la cultura tradicional de la misma.

 

Bueno, esto ha sido todo. Cuéntanos qué te ha parecido esta aventura. ¿Cuál ha sido el tesoro que más te ha gustado desenterrar?

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